El pasado 25 de Mayo a casi 7.600km de España murió el estadounidense George Floyd, debido a una asfixia por falta de oxígeno provocada por un oficial de la policía de Mineápolis, Minesota.
George fue acusado de intentar pagar con un billete falso de 20 dólares en una tienda de comestibles, ocasionando que al poco tiempo de salir del local llegase la policía y lo esposara. George Floyd en ningún momento se resistió, de hecho, se puede ver en las grabaciones como coopera con los oficiales, llegan más patrullas y en un momento el oficial Derek Chauvin lo colocó boca abajo con la ayuda de los agentes Thomas Lane y J. Alexander Kueng, presionando a George contra el pavimento durante 8 minutos y 46 segundos. Floyd repitió hasta 11 veces antes de morir la frase «I can’t breathe» (en español «No puedo respirar»). Mientras el oficial Derek Chauvin lo asfixiaba, el otro oficial Tou Thao se limitaba a observar y controlar a los presentes que reclamaban a la policía el trato desproporcional y déspota que proporcionaban a George. Esta agonizante situación fue grabada con los teléfonos móviles de las personas que estaban cerca de la escena, quienes posteriormente lo difundieron por redes sociales. Los cuatro oficiales involucrados fueron despedidos al día siguiente.
«Big Floyd fue asesinado por ser negro y porque los cuatro criminales que lo mataron gozan de impunidad para cometer todo tipo de atrocidades contra la población de color en USA. El propio presidente de EE.UU, con sus frecuentes comentarios racistas, avala la impunidad de la policía para asesinar a cuantos negros quieran.»
In Memoriam Big Floyd, el ciudadano negro asesinado por policías, por Tomás F. Ruiz
Esta situación ha desatado múltiples protestas en Estados Unidos que ha visibilizado nuevamente al Movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos. Aún en el mundo encontramos muchas naciones que se encuentran fundamentadas bajo la desigualdad y el racismo.
La situación actual que atraviesan los Estados Unidos con las manifestaciones diarias en múltiples ciudades, a las cuales se han sumado otros países, no puede ser observado como un hecho aislado, sino como un detonante de siglos bajo el racismo y la opresión del Estado. Estas protestas no son más que un reclamo social por la igualdad de Derechos sin importar la raza o el origen de las personas.
La vida de aquellos que se arriesgan cruzando una valla o el mar todos los días, buscando el resguardo y protección en otro país, también tiene valor. La vida de los desplazados por la guerra, los conflictos armados o por las políticas represoras de Estados que no permiten ni la libertad de expresión, también tiene valor. Es fundamental reflexionar sobre la percepción que tenemos como sociedad sobre los otros.
El racismo es parte de nuestros contextos, convivimos a diario con él y condiciona gran parte de las políticas públicas de muchos Estados
¿Qué hacemos a diario para que aquellos que no se les permite respirar, algún día puedan hacerlo?
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