El concepto de la Unión Europea nació para disfrutar los ciudadanos y ciudadanas europeas de una libre circulación interior sin fronteras, con un grado muy exigente de cooperación entre los Estados miembros. Esta unión tiene una serie de ventajas y una serie de obligaciones, como es el control común de las fronteras exteriores exigiendo un sistema de asilo europeo y una política de migración compartida que luche contra el racismo y la xenofobia. Estos términos están incluidos en los tratados desde el principio, pero la constante llegada de migrantes a las fronteras está sacando a la luz que no se están cumpliendo dichas obligaciones comunes, y mostrando un egoísmo político de cada nación, velando por sus propios intereses.
La política de inmigración europea sigue siendo un mandato no cumplido y el sistema de asilo adolece de fuertes desequilibrios y dificultades desde mucho antes de 2015. Los sucesos últimamente acaecidos muestran que seguimos sin tener los deberes hechos y ponen en evidencia la fragilidad del sistema.
Los estados miembros durante años se han escudado en que la migración es una cuestión europea y no nacional. Sin embargo, en la Unión, ningún problema común deja de ser nacional. Claramente se ha visto demostrado en el rescate del Aquarius en España de manera clara. No hay sistema, por bien diseñado que esté, que resista la mala fe de una mayoría de sus miembros, ni acuerdo posible con quienes no comparten siquiera sus principios.
¿Qué debemos de hacer para lograr un sistema de migración compartida?
Sabemos desde hace mucho tiempo qué debemos hacer para salir de esta situación. Debemos:
- Avanzar hacia un sistema europeo
- Determinar qué país tiene la posición más efectiva para la acogida y protección de las personas refugiadas
- Romper el principio de territorialidad nacional de asilo actual
El pasado mes de julio de 2017, ya lo dijo Javier Dario Higuera, Director de Asuntos Migratorios de Colombia, durante su intervención en el Diálogo Internacional sobre Migración 2017. “la comunidad internacional está dejando al migrante solo o en el mejor de los casos en que la protección de ese migrante les corresponda a los países de origen”. Sin embargo, el embajador de Suiza Swing, elevó su voz con un enfoque diferente, solicitando que miremos la migración como una oportunidad “miremos el tema de la migración compartida donde saldremos todos ganando”. Podéis ver el video completo
Soluciones para adaptar una migración compartida
- Política social
- Desarrollo territorial
- Prevención de conflictos y crisis que generen migración forzadas
- Mirada al resto de países exteriores que permita incorporar la movilidad
- Desarrollo común de las cuestiones internacionales
- Expulsar a quienes no estén dispuestos a respetar el espacio de libertad, seguridad y justicia
- Prevención y lucha contra el racismo
En resumen, la migración compartida está al alcance de nuestras manos simplemente respetando los valores que se incorporaron al Tratado de la Unión Europea hace décadas. Velar por los intereses de los migrantes, garantizando su seguridad, libertad y bienestar en favor de los derechos humanos es vital, garantizando un marco de cooperación entre los países integrantes de la Unión donde no muestre las fracturas internas.
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