Causas de despido disciplinario en España

Causas de despido disciplinario en España

 

Causas de despido disciplinario en España

 

Como su nombre permite intuir, el despido disciplinario hace referencia a aquel que se da cuando un trabajador infringe gravemente las normas de la empresa, dándole así derecho al empresario de prescindir de sus servicios, incluso de forma inmediata.

El Estatuto de los Trabajadores recoge en su artículo 54 las principales causas legales que se pueden aplicar para llevar a cabo este tipo de despido, sin embargo, es importante mencionar que no son exclusivas y que cada empresa puede especificar en sus contratos otras causas graves, que el trabajador acepta una vez que firma dicho documento.

Tras hacer la salvedad, en este artículo nos centraremos en analizar las causas de despido disciplinario establecidas en el Estatuto de los Trabajadores.

 

Inasistencia e impuntualidad constantes e injustificadas

 

Aunque en el Estatuto de los Trabajadores no se especifica una cantidad exacta de faltas, si se estipula que por tal motivo el empleado puede ser retirado de su cargo. En este caso, es el contrato entre el trabajador y la empresa, el documento legal donde se establecen los detalles con respecto a la asistencia y la puntualidad, así como también el número de faltas injustificadas que conllevan a un despido.

 

Indisciplina o desobediencia

 

Cuando un empleado desacata o transgrede las órdenes de sus superiores de manera deliberada e intencionada, entonces es un motivo disciplinario para el despido. También aplica en caso de que el trabajador irrespete gravemente las normas de la empresa. Sin embargo, esta causa tiene excepciones que pueden servir para impugnar la decisión:

  • Cuando las órdenes pasan por encima del reglamento de la empresa
  • Cuando las órdenes vienen de un subalterno que no tiene competencia en determinados asuntos
  • Cuando las órdenes van por encima de los propios valores del trabajador y pueden provocarle desmerecimiento profesional

 

Ofensas físicas y verbales a empresarios y compañeros de trabajo

 

Es de esperarse que si un trabajador llega a ofender verbalmente o peor aún, a agredir físicamente tanto al empresario, como a cualquiera de sus compañeros de trabajo, este sea despedido prácticamente de forma inmediata.

Esta causa de despido disciplinario de igual forma aplica en caso de que los familiares de algunos de los anteriores, también sean agredidos de algún modo, por uno de los trabajadores de la empresa.

 

Trasgresión de la buena fe contractual

 

Bien sea que haya incoherencias, deslealtades o comportamientos poco adecuados por parte del trabajador, así como también abuso de confianza que derive en faltas a las reglas e irrespeto a los valores de la empresa, el Estatuto de los Trabajadores indica que de comprobarse, esta es una causa legal para proceder al despido, de hecho, es una de las más comunes cuando se trata de despidos disciplinarios.

 

Disminución continuada del rendimiento acordado

 

Cuando un trabajador voluntaria y deliberadamente va disminuyendo de forma continuada el rendimiento que acordó cumplir mediante la aceptación de un contrato laboral y cuando esto conlleve a actos negligentes que pongan en riesgo la productividad de la empresa, de comprobarse, el empresario puede despedirle por incumplimiento disciplinario.

 

Embriaguez habitual o toxicomanía

 

Cuando la embriaguez y la toxicomanía afectan de forma constante, directa y negativa tanto el desempeño del trabajador, como su entorno laboral habitual, esto sirve de causa para el despido disciplinario.

Un empleado en estas condiciones puede ser un riesgo para sí mismo, para sus compañeros de trabajo, para la empresa e incluso, para personas ajenas a la organización.

 

Acoso laboral hacia el empresario o compañeros de trabajo

 

Bien sea por motivos étnicos, raciales, sociales, religiosos, económicos, entre otros; el acoso hacia el empresario o demás compañeros de trabajo, no solo es una causa legal para el despido disciplinario del trabajador, sino que también puede traer consigo una serie de consecuencias jurídicas por parte de la persona que esté siendo afectada directamente por la situación.

 


 

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