Peritación en redes sociales: ¿Por qué se ha hecho tan popular durante los últimos años?

Peritación en redes sociales: ¿Por qué se ha hecho tan popular durante los últimos años?

Las redes sociales se han convertido en uno de los escenarios de interacción más relevantes de la era digital. No obstante, más allá de las ventajas que puedan proporcionar en materia de interactividad o instantaneidad, están inevitablemente asociadas a ciertos riesgos. La exposición pública que conlleva su uso puede derivar en ataques como el bullying o ciberacoso, la extorsión, las amenazas, las estafas, la suplantación de identidad o el sexting. Este tipo de fenómenos atentan frontalmente contra derechos fundamentales contra el honor y la intimidad y su tratamiento desde el punto de vista legal es relativamente nuevo. La irrupción de este tipo de plataformas estuvo caracterizada en cierto modo por la falta de recursos legales o, al menos, por el desconocimiento generalizado sobre sus implicaciones o el grado de responsabilidad legal que determinados actos tenían implícitos.

 

Sin embargo, a lo largo de los últimos años este tipo de fracturas o puntos ciegos han ido derivando en la popularización de figuras clave. El perito informático forense se ha convertido en una de las más relevantes dentro de este contexto. Este tipo de profesionales cuentan con las herramientas y conocimientos especializados para registrar de forma rigurosa y legible pruebas dentro de los procesos judiciales y que sirven de gran valor durante la toma de decisiones de los jueces.

 

Los procedimientos de peritación en redes sociales se llevan a cabo por expertos en la materia que no sólo cuentan con conocimientos avanzados en el ámbito de las nuevas tecnologías, sino también en la esfera legal.

 

¿Por qué la peritación en redes sociales es tan relevante y de qué forma puede ayudarnos?

 

Cuando hablamos de peritar una publicación en redes sociales nos referimos al proceso que lleva a cabo un perito informático. Éste se basa en el análisis de pruebas fehacientes y sólidas desde el punto de vista legal que previamente han sido extraídas en redes sociales. El resultado es un material auténtico, verificado y veraz que, por lo tanto, a todos los efectos es válido dentro del ámbito judicial. Para obtener esa validez se lleva a cabo un estudio preciso que, por un lado, identifica el origen del material multimedia o textual (imágenes, documentos, audios o vídeos) y, por otro, genera un registro o archivo confiable y reconocido por los estamentos correspondientes.

 

Como hemos puntualizado anteriormente, existen muchos escenarios e incidentes en los que este tipo de pruebas constituyen un recurso necesario para llevar a cabo un proceso judicial con éxito. Aunque en la mayor parte de ocasiones estas disputas van asociadas a delitos leves, en muchas otras forman parte de procesos penales que, incluso, pueden derivar en penas o sanciones graves como, por ejemplo, la violencia de género.

 

Además, un perito informático también puede asumir otras funciones complementarias como, por ejemplo, llevar a cabo un proceso de contraperitaje para cotejar con precisión y rebatir la documentación facilitada por la persona o las personas que están envueltas en un proceso judicial con su cliente. Poder constatar de forma objetiva el grado de validez legal de los recursos interpuestos o la documentación facilitada por los oponentes constituye uno de los procedimientos esenciales para esclarecer la naturaleza de los acontecimientos y poder concluir una autenticidad definitiva o, por el contrario, invalidarla.

 

La presencia de un peritaje en redes sociales se convierte en algo necesario para todos aquellos procedimientos judiciales que se han originado, o que al menos gestiona pruebas que se han originado en este tipo de medios y plataformas sociales.

 

Como consecuencia del incesante crecimiento que han experimentado los ciberdelitos, el perito especializado en redes y medios sociales ha pasado a convertirse en una de las piedras angulares de este tipo de procedimientos. Recurrir a este tipo de profesionales es imprescindible para presentar defensa legítima y, de forma indirecta, simplificar los procesos y acceder a soluciones de una forma rápida y sólida.

 

Cualquier tipo de delito que se lleve a cabo en este tipo de contextos puede ser gestionado o auxiliado a través de una peritación adaptada. Esto incluye todo tipo de incidentes: Desde ciberacoso, hasta extorsión, publicación de contenidos privados sin autorización expresa, utilización de contenidos protegidos por copyright, divulgación de injurias o calumnias…

 

Lamentablemente, el perfeccionamiento de las técnicas implicadas en los delitos informáticos se ha desarrollado al mismo ritmo que lo han hecho las propias tecnologías. Esto implica cierta situación de vulnerabilidad para determinados colectivos, especialmente, aquellos que no tienen nociones sobre el mundo legal (especialmente si desconocen sus derechos o el tipo de medidas que pueden tomar) o el mundo de la tecnología.

 

La presencia de un buen perito informático puede determinar el rumbo de los acontecimientos y proporcionar garantías en materia de protección y seguridad a aquellas personas que han sido atacadas y cuyos derechos se han visto vulnerados.

 


 

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