La importancia de un abogado especializado tras sufrir un accidente de tráfico

La importancia de un abogado especializado tras sufrir un accidente de tráfico

 

Después de sufrir un accidente de tráfico, lo más probable es que no tengamos muy claro los pasos a realizar para tramitar la reclamación por los daños y perjuicios. Resulta bastante complejo ponerse con este asunto después de ser víctima de un percance en la carretera. Como es lógico nos encontraremos con todo tipo de dificultades, sobre todo por parte de las aseguradoras. En vista de eso, siempre viene bien ponerse en manos de abogados especializados en indemnizaciones por accidentes de tráfico como JR Abogados, un despacho dirigido por el prestigioso letrado Don José Ramón Felipe Condés.

 

La víctima siempre se acaba convirtiendo en el gran damnificado. Además de padecer las lesiones y los daños materiales, tendrá que esforzarse por conseguir el reconocimiento de lo que considera más justo. Casi siempre le acaban compensando con mucho menos dinero de lo que le correspondería. De ahí la importancia de confiar el asunto en profesionales con experiencia. Esto es válido tanto para los que se vieran afectados por una colisión, atropello o una simple caída en el autobús.

 

En muchas ocasiones, además de las lesiones y dolencias, también hay que reparar en los perjuicios que nos puede llegar a provocar el percance a todos los niveles.

 

Los principales problemas a los que se enfrenta una víctima de un accidente

 

Por lo general, los seguros no nos abonarán la indemnización que realmente nos corresponde. Ellos miran por sus intereses y hacen todo lo posible por ahorrarse costes. Un abogado especializado pondrá al servicio de la víctima todo su empeño para que en el proceso judicial y extrajudicial se consiga la máxima indemnización posible por los daños, que van más allá de lo físico o material, como comprobaremos a continuación.

 

  • Un largo tiempo sin coche o sin moto: después de sufrir un accidente te quedarás sin el medio en el que te desplazabas, y tendrás que recurrir a un taxi para acudir a las consultas médicas o revisiones. Desde las compañías de seguros tampoco parece que le ponen demasiado empeño en agilizar las reparaciones en ocasiones.
  • Tendrás que solicitar la baja en el trabajo por tu incapacidad para desempeñar la tarea que venías asumiendo. Seguramente perderás algún proyecto, se te acumularán los encargos y dejarás de percibir algunas comisiones. En el peor de los casos no te renovarán el contrato y si eres autónomos tendrás que cerrar el negocio o dejarlo desatendido. Por lo tanto, esto también debe tenerse en consideración.
  • Con dudas para recibir tratamiento de rehabilitación: suele suceder con bastante frecuencia que la aseguradora te dé largas y se pase el plazo para acudir a una clínica a tratarse de los daños. Deberían informarte de que hay unos periodos para realizar dicho trámite.
  • Después de un atropello siempre te pueden quedar lesiones de gravedad. Hasta que te indemnicen tendrás que afrontar todos los gastos de desplazamiento, contratar a una persona que te ayude en las tareas del hogar o incluso para tus necesidades esenciales. Es algo que se debe tener en cuenta a la hora de reclamar una indemnización y en muchas ocasiones no se le concede la trascendencia que tiene.

 

Las compañías de seguros no suelen ser especialmente transparentes con las personas que sufren un percance de tráfico. Ellos se ocupan de sus propios intereses y te exigirán dar muchas vueltas para conseguir todo aquello que realmente te mereces. Dejan pasar el tiempo y a veces no te dan las soluciones que tanto demandas.

 

En todo este proceso también hay que tener en consideración dos detalles de gran trascendencia. Como en cualquier reclamación, se trabaja siempre con unos plazos determinados, que debes ajustarte a ellos. Y en segundo lugar, la recomendación que realizan los expertos es que nunca debes aceptar la primera propuesta que te hagan llegar. Antes de dar el visto bueno de la aseguradora encargada de indemnizarte sería conveniente consultarlo con un abogado especialista en accidentes de tráfico.

 

El tiempo corre en contra de la víctima

 

Es importante que desde el primer instante te asesoren sobre los plazos a cumplir. De no conocerlos, lo más probable es que te priven de muchos de los derechos que te corresponden.

 

Para la primera asistencia médica hay un periodo máximo de 72 horas. Hay que acudir siempre, ya que en un primer momento es posible que no sintamos molestias debido a lo reciente que está la lesión, pero con el tiempo nos pueden quedar secuelas. Una vez transcurridos esos tres días, la compañía de seguros ya no se hará cargo de los daños al entender que ha pasado mucho tiempo y que las molestias pueden estar motivadas por otras causas.

 

En cuanto a la rehabilitación, el plazo establecido es de 15 días como máximo, excepto cuando se traten de lesiones de gravedad que hagan inviable el tratamiento tan rápido. Como lo alarguemos más de ese tiempo, es más que probable que nos dejen sin las sesiones de recuperación.

 

Estudia la oferta que te haga la aseguradora

 

Por lo general, la primera oferta de indemnización que facilitan las aseguradoras no se ajusta en realidad a los daños sufridos por la víctima. Muchas personas acaban aceptando la propuesta siguiendo las recomendaciones de su compañía, pero cometen un grave error. Con el tiempo es probable que reparen en todos los conceptos que han perdido por dar su visto bueno con tanta celeridad y sin reparar en los derechos que cuentan.

 

Nunca debe aceptarse una primera oferta ni tampoco conformarse con el no de la empresa de seguros. Ponlo en manos de un abogado independiente y especialista en accidentes.

 

¿Quién puede exigir una indemnización por accidente?

 

En la mayor parte de los siniestros de tráfico, casi siempre el peor parado suele ser el conductor que recibe el golpe. Pero cuando ocurre un percance de estas características también tienen derecho a reclamar una indemnización el resto de ocupantes del vehículo siempre que no haya sido responsabilidad del propio conductor.

 

Además, pueden solicitar una indemnización los ciclistas y peatones que hayan sido víctimas de un atropello cuando ellos no fueran los culpables; los familiares de los fallecidos en un accidente o los usuarios de un medio de transporte público.

 


 

 

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